El retiro es increíble. Hice el de 3 días pero porque no los conocía y sin dudas hubiese preferido el de 7. Además de las clases de yoga, que hay dos por día, una 8:30 de la mañana y otra 19 hs, tienen práctica libre de ashtanga a las 7 de la mañana.
Aunque no haya un grupo que esté haciendo retiro, siempre hay estudiantes externos que van a la clase de yoga, muchos con nivel avanzado que es un placer ver.
La comida es alucinante! Soy vegana y si bien el menú es vegetariano no tuvieron ningún problema en hacerme. Todo delicioso cocinado en el día, con vegetales que sacan de la huerta.
Además de clases de yoga, practiqué la técnica de pintura de mandalas y arqueria.
El ambiente es hermoso, hay muchos animales y se puede escuchar sus ruidos tanto de día como de noche.
Conocí a dos chicas increíbles, una de Israel y otra de Francia, así que también sirve para tener conexiones humanas y conocer nueva gente.
Juan, Carla, Luna y las chicas son todos geniales. En las clases Juan me corrigió la postura en múltiples oportunidades, me alcanzó elementos y modificó las posturas cuando veía que no era capaz de hacerlos. Para el paro de cabeza usé un banco de paro de cabeza acolchonado donde apoyas los hombros y no generas presión sobre las cervicales. Muy bueno para aprender la postura.
Sin dudas una experiencia formidable.